Investigadores recrean los lobos gigantes extintos
Revivir enormes cánidos prehistóricos tras 12.500 años de extinción podría sonar como el argumento de una película de terror de ciencia ficción con efectos especiales sangrientos, pero los científicos lo han hecho realidad. Tres lobos terribles habitan ahora en una instalación segura en EE.UU., marcando un logro innovador en ingeniería genética.

El equipo detrás de esta maravilla científica es la firma de biotecnología Colossal Biosciences. Utilizando ADN de lobo gris, tecnología avanzada de edición genética y perros domésticos como madres sustitutas, lograron dar vida a Rómulo, Remo y su hermana Khaleesi. Estas magníficas criaturas encarnan a sus homónimos mitológicos: enormes, de pelaje nevado y innegablemente majestuosos.
"Este avance histórico valida nuestra plataforma integral de desextinción", declaró el CEO de Colossal, Ben Lamm. "Al extraer material genético de un diente de 13.000 años y un cráneo de 72.000 años, hemos producido cachorros de lobo terrible saludables. Arthur C. Clarke señaló famosamente que la tecnología avanzada parece mágica; hoy revelamos parte de esa magia y su potencial conservacionista".

Colossal Biosciences ya había captado atención previamente con su creación de ratones inspirados en mamuts lanudos. Analizando 59 genomas de mamut antiguos (de entre 3.500 y 1.2 millones de años), desarrollaron un roedor peludo que exhibe características mamut. Aunque los críticos argumentan que estos lobos terribles son básicamente lobos grises con alteraciones genéticas cosméticas en lugar de clones verdaderos, las implicaciones científicas siguen siendo profundas.
La misión de la empresa va más allá de contenido viral o posesión de mascotas exóticas. Su investigación busca revolucionar la conservación de vida silvestre, usando estos avances tecnológicos para proteger especies en peligro.
"La desextinción del lobo terrible representa un cambio de paradigma en preservación de especies", explicó el Dr. Christopher Mason, asesor científico de Colossal. "Estas herramientas genéticas tienen aplicaciones duales: revivir especies perdidas mientras protegemos las existentes. Este avance ejemplifica el poder de la biotecnología para remodelar esfuerzos conservacionistas tanto en criaturas extintas como vivas".
Los lobos terribles residen en un santuario de más de 2.000 acres aprobado por el USDA y certificado por American Humane, atendidos por un equipo de cuidado especializado que garantiza su bienestar mientras continúa la investigación.
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